Uno de los principales valores que puede desarrollar el deporte colectivo es el trabajo en equipo y en la vida tenemos varios equipos: tu equipo deportivo, tu familia, en tu trabajo, en tu nación y otros más.
Es decir, en el deporte como en la vida, no estamos solos, sino que tenemos que cooperar los unos con otros y aceptar las decisiones del entrenador, las cuales a veces no nos gustaran.
Aquí hay que recordar la importancia que tienen los padres como principales influenciadores en el deporte de sus hijos, en ese sentido, hay padres que comprenden más que otros que en el campo de juego decide el entrenador, y ello ayuda a que sus hijos también entiendan de la misma manera, por lo que suman en el crecimiento deportivo de sus hijos.
Sin embargo, hay una pregunta que mueve a algunos padres a cambiar a sus hijos de equipo buscando más minutos de juego o promesas que les hacen otros equipos y que a la larga nunca llegan, está interrogante es ¿Por qué mi hijo no juega o no le dan más tiempo en el juego?
Es aquí donde los padres cambian de ser facilitadores a ser cronometradores del tiempo que juegan sus hijos, contabilizando hasta el último segundo que juega su hijo, perdiéndose incluso la actuación de su hijos en el partido por poco o mucho tiempo que haya jugado, desenfocándose del proceso integral formativo de su hijo, que es lo principal en esta etapa de fútbol base.
Como adultos, no debemos permitir que esta situación nos quite el enfoque de enseñanza que esta circunstancia trae para su hijo. Debemos ser conscientes que estas circunstancias son las que enseñan a los niños a esforzarse y a superarse. Viéndolo desde esta perspectiva es algo enriquecedor para ellos, ya que los hace más fuertes y les permite generar nuevos recursos para enfrentar estos momentos y superarlos.
Tratar de evitarles estos momentos, buscar responsables o culpar a terceros no ayudará, sino todo lo contrario, los hará alejarse de la realidad negándoles la posibilidad de aprender de esta situación que es parte del deporte. Por tanto, darle la razón a sus hijos y aliviar sus sentimientos les impedirá evolucionar y trabajar la tolerancia a la frustración para superarse; deben evitar desprestigiar al resto de sus compañeros para dar mayor valor a sus hijos; es importante explicarles que un buen futbolista no solo marca goles, sino que además tiene que saber aceptar situaciones que a veces no les gustaran. Como padre o madre debes estar ahí acompañándolo, es importante que sus hijos sientan su apoyo en todo momento.
Todas estas situaciones hacen que se formen y crezcan a todos los niveles, que en definitiva ese es el objetivo principal del deporte. Así que no olvidemos que estar en el banquillo no es un castigo, es parte del juego, unas veces dentro y otras fuera, pero siempre con respeto y compromiso.
Tomemos en cuenta que las personas que alcanzan el éxito son aquellas que son capaces de superar los momentos difíciles. Pero cuando hablamos de niños, el que esto sea posible es gracias a la actuación de los adultos que los rodean, padres y entrenadores.
Escrito por Madeleine Peralta
Directora de FRAMA y Coach Ontológico